El Consejo Sindical Obrero (CSO) nace no como celebración, sino como consecuencia necesaria de la desconexión que sufren las trabajadoras y trabajadores respecto a los sindicatos existentes.
Nuestro punto de ruptura:
- Burocratización: Las direcciones sindicales están alejadas de la realidad laboral actual.
- Pérdida del enemigo común: Se dedica más tiempo a luchas internas que a combatir el patrón.
- Paz social y pasividad: Se pactan condiciones que empeoran la situación laboral y no se moviliza realmente contra las leyes que nos perjudican (reformas laborales, Ley Mordaza, jubilación a los 67 años).
- Aplicación interna de la opresión: Se critican estas leyes, pero se utilizan sus lógicas dentro del propio sindicato.
Nuestro principio fundamental: La Unidad de Clase
Entendemos que la división sindical es un triunfo para la patronal. Por eso, el CSO define con claridad quién es el verdadero enemigo:
- El Patrón.
- El sistema capitalista.
- El fascismo y la criminalización de las personas migrantes.
Para nosotros otro sindicato u otro compañero no es el enemigo; pueden estar equivocados, como podemos estar nosotros, pero no son el contrincante a batir.
Nuestro objetivo: Unir desde la base
Nacemos con el objetivo de unir a las plantillas, pero no a cualquier precio. Nuestra vía pasa por:
- Recuperar la lucha en los puestos de trabajo con medidas concretas para mejorar las condiciones laborales y salariales.
- Exigir cambios radicales en las formas de hacer sindicalismo.
- Eliminar las burocracias que acaparan las estructuras sindicales institucionalizadas.
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