La semana pasada recibimos con estupefacción la propuesta que CCOO y UGT están llevando a la mesa de negociación con la patronal. Con un IPC del 6,5% (ya confirmado) la propuesta es de una subida para 2022 es de un 3% en limpiador/a y un 1% en el resto. Desde CSO entendemos y compartimos la necesidad de aumentar más a las categorías con menor salario, pero nunca a costa del resto de trabajadoras y trabajadores. Creemos que la propuesta de mínimos NUNCA debería ser inferior al IPC. Por ello desde CSO instamos a las compañeras que van a la mesa de negociación a que recapaciten e incorporen para 2022 una subida del 6,5% para todas las categorías y de un 8,5% para la de limpiador/a. Podéis ver que no estamos pidiendo la Luna, sino diciendo que no nos roben nuestro salario. Cualquier propuesta que para 2022 esté por debajo del 6,5% está pactando una rebaja de poder adquisitivo: cobraremos más dinero, pero podremos comprar menos cosas. Ningún sindicato debería pactar para rebajar el poder adquisitivo de los trabajadores. Podemos pactar para ganar menos de lo esperado pero siempre para ganar, nunca para perder. Si lo hacemos ¿de qué lado nos ponemos, como sindicato? No se trata de ser razonables, si cuando hablan de racionalidad se refieren a que rebajemos nuestra capacidad de compra voluntariamente. Desde CSO sabemos que solo el hecho de repartir este folleto ya hace que la patronal vea con buenos ojos la propuesta de CCOO y UGT. Pero las trabajadoras y los trabajadores no debemos regalar un 5,5% de nuestro salario al patrón, debemos presionar a quien hoy están sentadas y sentados en la mesa para que no nos bajen el poder adquisitivo. No sin dar la batalla. Para el resto de años, con la inestabilidad del mundo actual, lo único importante es que se incluya una cláusula de revisión y de ajuste al IPC anual y un diferencial para la categoría con menor retribución en este convenio. La misma cláusula que los patrones tienen incluidas en todas las concesiones: su hay un aumento de costes la Generalitat Valenciana compensa a estas empresas ¿por qué no tenemos que exigir el mismo trato las trabajadoras y los trabajadores del sector? Ya está bien de pactar para perder menos. Es hora de recuperar nuestra fuerza, de exigir que no se nos trate como a ciudadanos de segunda.